Azafrán español: el ‘oro rojo’

Azafrán español: el ‘oro rojo’

De brillante color y aroma intenso, así es el azafrán que se cultiva en España preciadas hebras se venden como si fueran metal precioso. Las rosas del azafrán, como se llaman las flores de las que se extrae esta especia, violáceas y en su interior poseen estambres de color amarillo y tres filamentos de color rojo anaranjado. Estos, una vez extraídos y secados, son lo que conocemos como azafrán.

El azafrán, a diferencia de muchos otros cultivos, necesita un clima continental, caracterizado por las elevadas diferencias de temperatura de una estación a otra, incluso dentro de un mismo día. Veranos calurosos e inviernos muy fríos. Las rosas del azafrán, además, no necesitan mucha agua; lo que favorece que su cultivo se dé bien en zonas más áridas como las de nuestra meseta. En España, la zona de cultivo de azafrán por excelencia se encuentra en Castilla La Mancha, concretamente en las regiones de Toledo, Albacete, Cuenca y Ciudad Real.

La cocina mediterránea está estrechamente vinculada a esta valiosa especia. Tradicionalmente se utiliza como colorante y condimento de muchos de nuestros guisos (paellas, arroces, vermicelli, fideuàs…). Un par de hebras de azafrán son suficientes para que el carácter de nuestros platos se aromatice y mejore el resultado final. El oro rojo es la estrella de la gastronomia española y la mejor carta de presentación de la dieta mediterránea en todo el mundo.